Viajes en silencio absorbiéndolo todo, drogado por el polvo del auto, el perfume dulzón del ómnibus, chupando cada sombra, cada atardecer parecido pero jamás igual al último. Tantos días, tanta llanura, tantas veredas mirando el piso, tantas plazas. Tantas guitarras tocando en una calle, desparramando conexiones en mi mente, relaciones con aromas, con colores. Tantas canciones, tantos poemas, tantas pinturas refregándome el sendero que encontraron otras personas para desinflarse, para dejar correr el lago profundo que los invadía. Tanto malestar, tanta incomodidad por andar siempre lleno e incómodo, sin que nadie entienda mi ceño fruncido, mi boca apretada, mi mirada al piso para no seguir tomándolo todo.
Tanto tiempo tuvo que pasar para encontrar la grieta, para descubrir la filtración por donde empezase a vaciarse el tanque. Tanto tiempo de espera fue necesario para poder sentir que el aire volvía a mis pulmones, que mi cuerpo comenzaba otra vez a moverse sin esfuerzo. Tanto tiempo te busqué en otras cosas, y siempre estuviste esperando que lo escriba.
Soy tu fan! (Sorete)
ResponderEliminarQué sorpresa verla por acá! Yo también soy su fan, Sorete.
EliminarSon un genio Marquitos... A buscar la filtración ahora, asi de sencillo, de eso se trata. Gracias!
ResponderEliminarRomi.
Gracias, Romi! Seguiremos dejando que se filtre hasta que corra con soltura y a borbotones.
Eliminar